España, piso compartido

Reduciendo las magnitudes es como mejor me aclaro en los problemas complejos; por lo que voy a reducir a España a un piso compartido y a las autonomías a inquilinos del piso.

En adelante España será Piso y autonomías serán Miembro de piso.

El Piso en la actualidad (poco importa la historia del piso, es el aquí y ahora, el presente el que se dilucida), varios de los Miembros están levantiscos y caprichosos con sus propios ombligos…

La realidad debe de ser muy clara, el Piso hay que mantenerlo entre todos, (los lugares comunes) todos aportarán en la proporción de la derrama comunitaria.

La solidaridad entre Miembros está pactada y nadie debe saltarse las reglas por intereses bastardos.

La secesión de una habitación del Piso compartido es un asunto imposible, solo hay una puerta y una salida que nos inter relaciona con la comunidad de vecinos.

La energía es común y todos los servicios también, luego el que quiera una independencia, tiene que buscarse un Piso nuevo en otro sitio. 

Si intentara hacerlo por “narices” tendría consecuencias muy graves para la convivencia, además de hacerla imposible.

La salida de un Miembro del Piso, conlleva el asumir los gastos comunes del Piso entre los que quedan, deteriorándose gravemente su economía (la de todos los Miembros restantes) la del saliente nos importa un pepino, pues es su decisión, ahora bien, que no pretenda que le valoremos bienes que se quedan en el Piso, además tendrá que hacer frente a las deudas que se adquirieron durante su permanencia que es también responsable de ellas en su parte proporcional.

Que no espere bajo ningún modo una separación amistosa, que cuente con un gran resentimiento del resto de los Miembros por la situación calamitosa a la que les aboca, no buscada por ellos, que le bajará el nivel económico en que se valoró su permanencia en la Comunidad que ya no tiene…

A partir del momento en que el Miembro ha manifestado su intención secesionista, ya siempre todas sus opiniones quedan marcadas por esa intención desleal, siendo en todo momento sospechosas sus opiniones en las reuniones del Piso.

Si hasta ahora, el Miembro que ejerce de gobierno del Piso, ha sido pusilánime en sus actuaciones, que con ellas es responsable de la deriva secesionista del Miembro, por ello mismo tendrá que responder ante el resto de Miembros (que a buen seguro serán severos en sus juicios).

Las negociaciones entre el Miembro secesionista y el que ejerza de portavoz del resto de Miembros, deberán de ser claras, con luz y taquígrafos, otra cosas serían chalaneos mafiosos sin porvenir…

La valoración del Piso ha quedado en serio riesgo ante la comunidad por la actitud secesionista de este Miembro, cuestión que va a tener severo coste, pues nada animará a ayudar en las reformas pendientes del Piso, de un Piso desunido y con riesgos de fractura económica y de proyecto común…

Si no ha quedado claro, seguiré con el ejemplo en otra ocasión.